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En la calma que envuelve la prisa la prisa por jugar por reír por ser sentada en una azotea de un pueblo blanco elegí no ser no escribir...
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No he olvidado la posibilidad de estar de pie en una calle.
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(.) Entregarse y no protegerse que al hablar pueda verse todo el eco.
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la paciencia de escribir fue ingerida por el pez que vive sin agua nuestra voz resguardada en tus manos aun con...
No dejes de escribir, para ti misma y puede que para alguien más, pero eso no importa. Escribe. m.ángeles
ResponderEliminarEl cielo es tan breve como una palabra.
ResponderEliminarMe gusta este sitio.
A mí tu libro que estoy leyendo.
ResponderEliminarEstás leyendo mi libro?? Vaya :)Ya me dirás qué te parece en cuanto lo termines!
ResponderEliminarMuy buen poema. Los tres primeros versos son magníficos
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